Aunque no hay remedios milagrosos, una de las claves es la hidratación intensa diaria. Pero además, algunas consideraciones en la dieta pueden ayudarte a prevenir su aparición. ¡Toma nota, porqué una vez aparecen es muy difícil eliminarlas!
Alimentos ricos en silicio
En una dieta anti-estrías debe estar siempre presente el silicio. Regenera las fibras de colágeno y elastina de los tejidos, mejora la flacidez de la piel y protege el colágeno del efecto de los radicales libres.
¿Dónde encontramos alimentos ricos en silicio?
En los cereales integrales como la harina de avena integra, la cebada, el mijo, o el germen de trigo. Puedes añadirlos en tus ensaladas o sándwiches. También en verduras como la remolacha, las judías verdes, la lechuga y las espinacas, o las zanahorias y los tomates. Las frutas como el plátano, el aguacate, las cerezas, el coco, la manzana y la naranja. Y los frutos secos como los cacahuetes o las almendras.
Alimentos ricos en zinc
El zinc es un mineral que ayuda a acelerar los procesos de cicatrización en heridas tanto internas como externas. Por eso se hace esencial para una dieta para prevenir las estrías. Algunos alimentos que son ricos en zinc: chocolate, cordero, ostras, espinaza, hongos y calabaza.
Vegetales verdes
Las espinacas, acelgas, brócoli, lechuga… contienen una sustancia llamada luteína. Esta sustancia protege la piel y hace que estos alimentos sean ideales para una dieta anti-estrías. Cuantos más vegetales verdes tenga tu dieta, mejor lucirá tu piel.
Cítricos y fruta fresca
Las fibras de las frutas ayudan a depurar el cuerpo y tienen vitaminas, minerales y antioxidantes que mejoran el aspecto de la piel. Para prevenir las estrías puedes consumir, entre otros, el aguacate, que es rico en ácidos grasos saludables, que mantienen la piel nutrida, suave y tersa.
Los cítricos (naranja, limón, pomelo, lima…) también son una buena opción, ya que son ricos en vitamina C y cobre, y ambos estimulan la producción de colágeno nuevo y mejoran el colágeno ya formado.