Un bebé que no descansa lo suficiente es un bebé irritado, cansado, inquieto… Aunque no existen reglas en relación al sueño de los pequeños, es imprescindible crear buenos hábitos a la hora de dormir. Dormir bien es fundamental para la salud del bebé y para su correcto desarrollo, ya que durante el sueño su organismo coge fuerzas.
No hace falta ir con un cronómetro y contar las horas que duerme tu hijo, pero sí es recomendable tener una noción aproximada para saber si está descansando lo suficiente para su edad o, de lo contrario, debemos intentar que descanse más. Aunque cada niño es un mundo y tienen unas necesidades distintas, existen unas aproximaciones que nos ayudarán como padres a saber si nuestro hijo tiene una buena higiene del sueño.
Recién nacidos a 3 meses
Suelen dormir de entre 16 a 18 horas al día. Los bebés de 0 a 3 meses se pasan prácticamente todo el día durmiendo, porqué sus cerebro está aun muy inmaduro. Cuando se despiertan, generalmente suele ser por hambre, y cuando se sacian vuelven a dormir. Pueden llegar a hacer entre 4 y 8 siestas diarias, y por la noche pueden llegar a dormir entre 6 y 8 horas (aunque no suelen ser del tirón).
De 3 a 6 meses
A medida que van creciendo, los bebés se mantienen más tiempo despiertos y suelen dormir más seguido. Durante esta etapa, duermen entre 14 y 16 horas diarias, de las cuales entre 8 y 10 deberían ser por la noche. Durante el día suelen hacer unas 2 o 3 siestas. A esta edad, el pequeño ya puede empezar a distinguir entre el día y la noche, un punto muy importante para que adquiera buenos hábitos.
De 6 a 12 meses
Para el correcto descanso del pequeño, éste debería dormir unas 13 - 15 horas al día. Poco a poco, va a ir adquiriendo mejores hábitos y alargando sus ratitos de sueño; y las noches poco a poco van a ir siendo más placenteras. ¡Hasta habrá algún afortunado que las empiece a dormir de una sola vez! Durante el día, el bebé hará 1 o 2 siestas.
De 12 a 24 meses
A partir del año, los bebés suelen dormir unas 13 horas. La mayoría de ellas, hasta 11, serán en la noche y el resto repartidas entre 1 y 2 siestas. Durante la noche, ya suelen empezar a dormir sin despertarse, aunque no es una regla exacta y dependerá de cada niño.
A partir de los 2 años
Desde esta edad y en adelante, los niños tienden a dormir entre 10 y 12 horas. Las siestas cada vez cuestan más e incluso hay pequeños que se resisten a dormir durante el día. Lo mejor, en estos casos, es respetarlo, aunque si vemos que está muy cansado podemos usar recursos que nunca fallan, ¡como ir a dar una vuelta en coche!
Para el buen crecimiento del bebé, es imprescindible respetar sus horas de sueño. Ir a la cama, debe ser un ritual que el pequeño identifique como algo placentero: ponerle el pijama, leer un cuento, dar un beso de buenas noches… Convertirlo en un momento único en familia que vuestro hijo está deseando tener.
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