Muchas veces nos pensamos que las necesidades nutricionales de los bebés son las mismas que las nuestras, pero en menor cantidad. Error. Los bebés, tienen necesidades muy distintas a las nuestras. Incluso los bebés sanos son vulnerables si se les da una alimentación equivocada. Es por eso que llevar una alimentación infantil sana, equilibrada y ecológica, es esencial para el correcto desarrollo de nuestros hijos, tal como desarrolla la AEP (Asociación Española de Pediatría). A lo largo de esta entrada del blog, hablaremos sobre los diferentes puntos clave en los que prestar mayor atención en la alimentación infantil.
Necesidades nutricionales
Las necesidades de cada persona son diferentes, ¡Y de los bebés más! Éstas varían en función de la edad, el tamaño, la actividad diaria… Nuestro organismo por naturaleza, dependiendo de la etapa de la vida y el crecimiento en el que nos encontremos, tiene necesidades muy diferentes. Es por eso necesario llevar un control saludable sobre la alimentación de los más peques. La ingesta de proteínas a la edad del destete, debe representar el 10-12% del total de las calorías consumidas. La contribución de los lípidos del 50% de las calorías totales en los primeros 6 meses de vida pasa gradualmente al 30% al final del segundo año de vida. La ingesta de carbohidratos pasa de representar el 40% del total en los primeros 6 meses de vida, al 50% en el segundo año de vida y se espera que alcance el 55-60% en el tercer año. Así mismo, también ocurre con las vitaminas, minerales y todos los nutrientes que el bebé necesita en cantidades concretas para poder llevar una alimentación sana y equilibrada. Desde Smileat ofrecemos unos productos adecuados a la edad y necesidades alimentarias del bebé. Según se introducen los distintos alimentos, nuestros tarritos cubren las necesidades básicas de nutrientes.
Habilidades digestivas
El sistema gastrointestinal de los bebés, al igual que muchas partes de su cuerpo, nace apenas desarrollado. Es por ello importante darles una alimentación que contribuya a su desarrollo y correcta formación. La absorción de la grasa, así como del resto de nutrientes, varía según la edad. Es por eso que la cantidad recomendada de cada alimento varía según el tiempo del bebé. Otro factor a tener en cuenta es la flora intestinal. Esta flora se va desarrollando y creciendo a la vez que el bebé. Este es uno de los motivos más importantes por los que hay que tener cuidado con su alimentación.
Sal y azúcar, los enemigos de tus peques
Ambos productos no son recomendables introducirlo en la alimentación de nuestros hijos antes de los 12 meses. Esto se debe a que sus riñones, todavía en formación, no están preparados para una ingesta grande de sal o de azúcar, a parte de la que tengan los productos en su estado natural (por ejemplo la leche materna o, cuando empiecen son tarritos, la carne, el pescado y las verduras). En cuanto al azúcar, es un carbohidrato negativo desde el punto de vista nutricional, ya que tiene un pico glucémico y desencadena reacciones metabólicas que pueden llevar a la acumulación de grasa que el bebé corre el riesgo de llevar durante toda la vida. Es por eso que las comidas preparadas diseñadas para adultos, como sopas, puré de papas, albóndigas y muchos otros productos, no son adecuadas para los niños: contienen sal, conservantes, aditivos, los ingredientes no están controlados ni balanceados. Las necesidades de los más pequeños. Desde Smileat nos tomamos muy en serio llevar una filosofía de "sin añadidos". Los alimentos ya tienen de por sí las cantidades necesarias de azúcar y sal, por lo que no es necesario añadir más. Nuestros tarritos, salados o dulces, y nuestros snacks, llevan las cantidades naturales de sal y azúcar.
La calidad de los alimentos.
Después del destete los bebés tienen el organismo “limpio”, es decir, gracias a la leche materna su cuerpo todavía no se ha enfrentado de forma directa con los con contaminantes de los alimentos. Debido al corto desarrollo de su cuerpo en el momento del destete, es necesario que intentemos prolongar lo máximo posible este enfrentamiento con los contaminantes. Esto lo podemos llevar a cabo seleccionando materia prima no solo orgánica, sino ecológica. Los productos con la calificación europea ecológica, están sometidos a un alto nivel de estudio para que no lleven contaminantes, pesticidas ni químicos. De esta forma son productos lo más naturales posibles. Nosotros, creemos que seleccionar la fruta y verdura de temporada es esencial para escoger los mejores alimentos ecológicos para nuestros peques y, así, poder darles la mejor alimentación infantil posible. De esta forma, conseguimos productos caseros, que pueden introducirse en una alimentación infantil ecológica saludable.
Darle a tu peque una alimentación infantil sana y ecológica es bueno para su crecimiento y para su futuro.